Cuando un ser querido muere, el corazón se llena de nostalgia, recuerdos, tristeza y gratitud.
Por eso hoy, tras la reciente noticia de que nuestro amado Papa Francisco ya celebra la Pascua definitiva, queremos hacer un recorrido de GRATITUD y ESPERANZA por su pontificado, su lucha y su vida.
El mismo nos repitió innumerables veces: “La Iglesia es madre que acoge, que escucha, que perdona” y desde ahí te decimos:
GRACIAS PAPA FRANCISCO EN NOMBRE DE TODOS LOS MIGRANTES…
Gracias por recordarnos los esencial: “¡Cuánto desprecio se manifiesta a veces hacia los más débiles, los marginados, los migrantes! En este día, quisiera que volviéramos a tener esperanza y confianza en los demás, incluso en quienes no nos son cercanos o vienen de tierras lejanas, con costumbres, modos de vida, ideas y hábitos distintos a los nuestros. Porque todos somos hijos de Dios”.
Deseamos, como familia palautiana, seguir tu legado de que los migrantes que lleguen a nuestras comunidades, misiones y espacios experimenten la acogida, la escucha sanadora, la ayuda liberadora y el abrazo que dignifica y esperanza.
GRACIAS PAPA FRANCISCO POR TU EMPEÑO, TENACIDAD, ENSEÑANZAS Y CONSEJOS DE PADRE AMOROSO A TODOS LOS JÓVENES…
Gracias por cada encuentro, por la predilección, por las enseñanzas de buen Padre, por “primerear la fe”, por “hacer lío” y motivar a los jóvenes a hacerlo.
Por enseñarnos el camino a Jesús y a su evangelio, por darnos “tirones de orejas” cuando nos desviamos y perdíamos el norte por seguir banalidades, modas y superficialidades.
Gracias Papa Francisco por recordarnos que somos “la esperanza gozosa de una Iglesia y de una humanidad siempre en movimiento” y que “Cristo, es la fuerza de la resurrección. No es fruto del esfuerzo humano, del ingenio o del arte. Es la alegría que nace del encuentro con Cristo. La alegría cristiana viene de Dios mismo, del sabernos amados por Él”.
GRACIAS PAPA FRANCISCO POR TU LUCHA A FAVOR DE LA VIDA, DE LA FAMILIA, DE UNA SEXUALIDAD BIEN VIVIDA, DE RELACIONES PROFUNDAS Y DE COMUNIÓN AUTÉNTICA.
Gracias por la delicadeza con la que te acercarse para hablarnos de tema tan cruciales como la vida, la enfermedad, la muerte, la familia, el divorcio, las relaciones sexuales, el noviazgo, el matrimonio, la homosexualidad y nuevas formas de relaciones, la comunión, etc.
Gracias, porque en tus palabras no faltó verdad, ni esperanza, ni acogida.
GRACIAS PAPA FRANCISCO POR TU LUCHA POR LA JUSTICIA Y VERDAD Y POR TRAER LUZ A TANTAS SITUACIONES DE ABUSOS ECLESIALES.
Sabemos que esto fue una gran cruz en tu día a día y que aún así fuiste valiente para enfrentarlo y afrontarlo. Gracias por ese día que con tanta fuerza dijiste: “El mal hay que sacarlo a la luz, que se sepa, como han hecho algunos abusadores, y con valentía. Que se sepa. Y que se juzgue al maltratador. Que se juzgue al abusador, sea laico, laica, sacerdote u obispo: que se le juzgue”. Nunca te faltó amor y misericordia, escucha, perdón y deseos de reparación.
GRACIAS PAPA FRANCISCO POR RECORDARNOS TANTA VECES DEL CUIDADO DE NUESTRA CASA COMÚN.
Tu amor a la madre tierra nos enseñó que: «de esta querida Tierra nuestra, que es el gran recurso que Dios nos ha dado y que está a nuestra disposición para no ser desfigurado, explotado o degradado, sino para que, disfrutando de su inmensa belleza, podamos vivir con dignidad».
GRACIAS PAPA FRANCISCO POR TU AMOR Y PREDILLECIÓN POR LOS POBRES, POR ABRIRNOS EL CORAZÓN Y LA MIRADA E INVITARNOS A IR SIEMPRE MÁS ALLA, DONDE EL AMOR NO CONOCE DE FRONTERAS.
Grabaremos a fuego tus mensajes: “Dios conoce los sufrimientos de sus hijos porque es un Padre atento y solícito hacia todos. Como Padre, cuida de los que más lo necesitan: los pobres, los marginados, los que sufren, los olvidados. Pero nadie está excluido de su corazón, ya que, ante Él, todos somos pobres y necesitados. Todos somos mendigos, porque sin Dios no seríamos nada. Tampoco tendríamos vida si Dios no nos la hubiera dado. Y, sin embargo, ¡cuántas veces vivimos como si fuéramos los dueños de la vida o como si tuviéramos que conquistarla! La mentalidad mundana exige convertirse en alguien, tener prestigio a pesar de todo y de todos, rompiendo reglas sociales con tal de llegar a ganar riqueza. ¡Qué triste ilusión! La felicidad no se adquiere pisoteando el derecho y la dignidad de los demás”.
GRACIAS PAPA FRANCISCO POR SER NUESTRO DESPERTADOR DE CONCIENCIA EN LA VIDA RELIGIOSA Y SACERDOTAL. GRACIAS POR TU AMOR A LOS LAICOS Y POR ABRIR CAMINOS EN LA IGLESIA, DE COMUNIÓN, DIALOGO E IGUALDAD.
Estos son algunos de los muchos “gracias” que surgen en este momento de duelo, pérdida y esperanza.
Y tú, ¿qué gracias agregarías? Déjalo en comentarios y hagamos entre todos una oración de gratitud que llegue al cielo. A lo largo de estos días iremos compartiendo sus palabras, su legado y su Esperanza. Oremos juntos… velemos en comunión.
