DÍA PRIMERO DE LA NOVENA

En nuestra reflexión sobre la santidad cabe preguntarnos: ¿es la santidad fruto de nuestro esfuerzo? Es sabido que ella es don de Dios, “un regalo”, que hemos recibido en el bautismo, y que todos los cristianos estamos llamados a ser santos.

Benedicto XVI afirma que «una vida santa no es fruto principalmente de nuestro esfuerzo, de nuestras acciones, porque es Dios, el tres veces santo (cf. Is 6, 3), quien nos hace santos; es la acción del Espíritu Santo la que nos anima desde nuestro interior; es la vida misma de Cristo resucitado la que se nos comunica y la que nos transforma». (Benedicto XVI, Audiencia General, el 13/04/2011). Abrirnos a la acción de Dios en nosotros es lo primordial para alcanzar esta santidad.

El padre Palau insiste en que «toda la perfección cristiana está basada sobre la caridad […] «La caridad tiene dos actos, prorrumpe en el alma en dos operaciones: primera, une el alma con Dios. Segunda, unida con Dios, la dedica al bien de los prójimos». (Cta.37,1). Además, subraya que la perfección consiste en el cumplimiento del precepto del amor: «amar a Dios y a nuestros prójimos» (Cta. 89,4), es decir en la verdadera comunión con la Iglesia.

La santidad es la caridad vivida: «Toda vuestra perfección consiste en querer lo que Dios quiere y ejecutar sus ordenaciones» (Cta. 99,2).

  • ¿Qué camino estás dispuesto a seguir para vivir la santidad?

Oración por la pronta canonización de nuestro Padre Fundador:

¡Oh, Dios, ¡Padre Omnipotente y Misericordioso! te damos gracias y te bendecimos porque infundiste en el corazón del Beato Francisco Palau un amor singular a la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. Le descubriste su belleza figurada en María y lo iluminaste para servirla con la oración y el apostolado. Concédenos su pronta canonización en la Iglesia y ahora la gracia especial que por su intercesión te pedimos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén