DÍA TERCERO DE LA NOVENA
La oración es diálogo con Dios que transforma el corazón. El Beato Palau nos invita a imitar a Cristo que oraba en soledad, buscando fuerza para amar y servir. Cuando oramos, nos unimos a la Iglesia y colaboramos con su misión, ofreciendo todo por amor.
La oración es una relación amistosa a la que todos los creyentes estamos llamados: «La oración es un diálogo íntimo con el Creador, un diálogo que parte del corazón humano para alcanzar el corazón de Dios y su misericordia, capaz de transformar nuestra vida». (Papa Francisco). La oración tiene el poder de transformar nuestros corazones, nuestra manera de ser y también a la humanidad.
A través de la oración alcanzamos paz, consuelo y orientación en tiempos de incertidumbre. El evangelio nos revela que la oración fue vital en la existencia de Jesús; a menudo se retiraba a lugares tranquilos para orar, buscando fortaleza y cumplir la voluntad de su Padre. Esto nos enseña la importancia de dedicar tiempo a la oración.
El Padre Palau nos recuerda: «Imita a Jesucristo en esto y hallarás un verdadero maestro y modelo de oración. Síguelo en todos sus pasos: lo verás en el desierto orando por los hombres, en el huerto de los olivos agonizando por ellos, en la predicación socorriéndoles en sus necesidades, en la cruz ofreciéndose al Padre como víctima de propiciación» (Cta. 6, 7).
La vida de oración nos conduce a vivir permanentemente en la presencia de Dios en medio de los acontecimientos y en plena acción, sirviendo a Dios en los prójimos con amor y fidelidad: «Ocuparte en bien de los otros por Dios es cuidar de Dios, y cuidar de Dios en su cuerpo moral, es ser en verdad de Dios» (Cta. 6,4).
En esto consiste la oración como camino a la santidad que implica una relación constante con la Iglesia: «Es la voluntad de Dios que te emplees en la oración al bien del mundo» (Cta. 39,8). «Ora a ratos por las necesidades del cuerpo llagado de Jesucristo y ocúpate enteramente en la salvación de los otros. Ese es tu camino. Ocupándote del bien de los otros, ordenarás tus fuerzas, tus virtudes, tu tiempo, tu vida a la salvación del prójimo» (Cta. 6,4).
- La oración, ¿es fuente de transformación en mi vida?
- ¿A quién y cómo oro?, ¿oro a la Iglesia?
Oración por la pronta canonización de nuestro Padre Fundador:
¡Oh, Dios, ¡Padre Omnipotente y Misericordioso! te damos gracias y te bendecimos porque infundiste en el corazón del Beato Francisco Palau un amor singular a la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. Le descubriste su belleza figurada en María y lo iluminaste para servirla con la oración y el apostolado. Concédenos su pronta canonización en la Iglesia y ahora la gracia especial que por su intercesión te pedimos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

 
							 
 
 
