DÍA OCTAVO DE LA NOVENA

De la misma manera que las aves del cielo y los lirios del campo, debemos confiar en que Dios tiene su proyecto para cada uno de nosotros y que su amor y cuidado son constantes.

Dios conoce nuestras necesidades, por eso tener confianza en Él es la mayor prueba que podemos dar en respuesta a su Amor. La confianza es signo y fruto de la fidelidad, es la base de relaciones sólidas y duraderas; además, facilita la comunicación abierta y honesta. La confianza es una virtud esencial para nuestra vida de fe que nos ayuda a vivir la santidad de manera auténtica y profunda.

La confianza es abandono, entrega a la acción de la Providencia Divina y no se puede separar de la esperanza, que nos asegura que Dios cuidará a los que le sirvan. Cristo en el evangelio de Mateo nos invita al abandono filial en la Providencia de nuestro Padre celestial (cf. Mt 6, 26-34), nos enseña a no preocuparnos por las cosas materiales, sino a priorizar lo espiritual que es la búsqueda del Reino de Dios y su Justicia. Jesús nos llama a vivir el presente con serenidad: «cada día tiene bastante con su propio mal» (Mt 6,34).

El padre Palau insiste en que debemos vivir con una fe firme: «Te digo esto para que tú te abandones también a su providencia. ¡Cuán bien cuidado está el que se fía de Dios! Ocúpate en la oración en adquirir esta confianza en ti pues que la necesitas. Esa confianza supone la fe en su providencia y la providencia es el cuidado y solicitud paternal que Dios tiene de nosotros. Dejemos que Dios nos cuide, que nos gobierne, que nos guíe, y esta confianza nos cubrirá contra las horribles zozobras, ansias y temores que nos asaltan, procedentes de nuestras propias ilusiones» (Cta. 56,2). «Aprendamos en tiempo de necesidad a confiar en Dios, a fiarnos de Él, a esperar en su paternal protección» (Cta. 46,3).

  • ¿En qué momentos de tu vida has tenido que vivir la confianza como abandono total en las manos de Dios?
  • La confianza en la Providencia ha sido clave en la vida del Padre Palau. Esto ¿de qué manera te interpela?

Oración por la pronta canonización de nuestro Padre Fundador

¡Oh, Dios, ¡Padre Omnipotente y Misericordioso! te damos gracias y te bendecimos porque infundiste en el corazón del Beato Francisco Palau un amor singular a la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. Le descubriste su belleza figurada en María y lo iluminaste para servirla con la oración y el apostolado. Concédenos su pronta canonización en la Iglesia y ahora la gracia especial que por su intercesión te pedimos. Por Jesucristo Nuestro Señor.Amén