EL ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA

Dios nos llama a ser fieles, igual como Él lo ha sido con su pueblo Israel y con cada uno de nosotros en nuestra historia de salvación.

Encontramos en la fidelidad de Dios la seguridad y la esperanza que necesitamos para vivir conforme a su voluntad. La fidelidad a la alianza que Dios ha establecido con la Iglesia nos fortalece en nuestra relación con Él y fortifica nuestra relación con los hermanos.

Para los cristianos, la fidelidad es clave en la relación de lealtad a Dios y a los hermanos es decir a la Iglesia. Es Ella quien reconoce esta cualidad en el padre Palau, cuando le dice: «tú has dado en distintas ocasiones de tu vida pruebas de tu amor, de tu obediencia, de tu fidelidad, de tu firmeza, de tu perseverancia y de tu lealtad para conmigo, y yo he depositado en ti mi amor y confianza» (MR 8,28).

El beato Francisco Palau es para nosotros un testigo vivo de esta fidelidad. Ha sido fiel a su Amada, la Iglesia: «Recibe, amada mía, mis promesas: acepta mi profesión de fidelidad, de amor y lealtad…» (MR III,3).

«Yo te juro amor, lealtad, castidad, obediencia, fidelidad, pobreza. Recibe, oh Iglesia santa, recibe, Virgen bella y sin tacha, recibe en ofrenda toda mi persona que se da toda a ti. ¿La aceptas? ¿me quieres? ¿me amas?» (MR 9, 15). 

La fidelidad y la lealtad deberían ser, a ejemplo del padre Palau signos de amor en las relaciones que cultivamos con la Iglesia.

  • ¿Qué testimonio de fidelidad a la Iglesia doy con mi vida?
  •  ¿Cómo vivo mi compromiso con la Iglesia?

Oración por la pronta canonización de nuestro Padre Fundador

¡Oh, Dios, ¡Padre Omnipotente y Misericordioso! te damos gracias y te bendecimos porque infundiste en el corazón del Beato Francisco Palau un amor singular a la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. Le descubriste su belleza figurada en María y lo iluminaste para servirla con la oración y el apostolado. Concédenos su pronta canonización en la Iglesia y ahora la gracia especial que por su intercesión te pedimos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén