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El Circulo

Evoca la comunión, un estilo de relaciones basadas en el amor y cuidado mutuos que generan unidad, sentido de familia. Comunión como armonía entre criatura y creador que se expande a toda forma de vida para sostenerla, custodiarla e infundirle la belleza y la vitalidad que nace del Espíritu como fuerza dinamizadora de la misión.

Personas entrelazadas

Simboliza la Eucaristía que es fuente de vida para todo miembro de la familia palautiana.  Eucaristía hecha o llena de personas entrelazadas como signo de unidad en la diversidad. Con los brazos en cruz por tanta vida crucificada, herida, lastimada que eleva sus manos a lo alto pidiendo ayuda y al mismo tiempo como señal de alabanza y gratitud hacia una vida restaurada.

Las Manos

Eucaristía sostenida por unas manos de mujer que, como María, custodian y sostienen la vida. Abiertas en total disponibilidad al querer de Dios, queriendo lo que Dios quiere y no queriendo lo que no quiere, ofreciendo a través de los votos y la oración la vida al cuidado y servicio de la humanidad y la creación.

Los Colores

Representan los elementos esenciales de nuestra identidad misionera.

  • Verde, de esperanza y vida. Marca el discernimiento y honestidad en la misión y relaciones.
  • Naranja, la creatividad y el entusiasmo. Marca nuestra creatividad y pasión por la Iglesia.
  • Rosa se asocia con sentimientos de amor, ternura y calma. Marca nuestra entrega femenina.
  • Azul inspira sentimientos de amistad, lealtad, seguridad y confianza. Marca la fidelidad en nuestras relaciones.
  • Blanco se asocia con lo divino y la perfección. Marca la adhesión al Evangelio, es la esencia que nos habita: Dios mismo.