Hoy celebramos en familia, con los cantos, letanías, participación en la Eucaristía, a nuestra Virgen del Carmen. Dejemos resonar una vez más lo que se ha ido posando estos días en el fondo de nuestros corazones. Hemos recorrido el camino pautado por las reflexiones de la novena palautiana.
La última comunidad «del Carmen» entona hoy su plegaria y su canto. Y después, una SALVE solemne, en la compañía de las comunidades «titulares» del Carmen. Oremos juntos.
Sí, soy la Virgen Carmelitana, soy una Virgen que está con los penitentes en los desiertos. Y en señal que estáis todos bajo mi cuidado, huirán los demonios a la invocación de mi nombre. Yo tengo mi trono en el Monte, y mis armas se dirigen a salvar del fuego eterno a cuantos se acojan a mi bandera. MR 9,47