Las respuestas a estas preguntas forman una catequesis sistemática que nos lleva a la idea de acercarnos a los necesitados. Para esto no estamos solos. Dios en su gran amor viene en nuestra ayuda. Utiliza métodos que nos desconciertan y elige a quién quiere que lo haga.
En este evangelio, es un extranjero, que ha puesto en práctica la misericordia y la bondad hacia el herido encontrado en el camino. Detrás de este hombre herido se esconde Cristo que nos salva suscitando en nosotros la compasión. Cristo es la imagen del Dios invisible, cayó en agonía, clavado en el madero como un maldito. Locura para los judíos, escándalo para los paganos, pero sabiduría para los que aman a Dios. Jesús verdaderamente se hizo el más pobre de toda la humanidad. Lo contemplamos cansado al borde del pozo de la Samaritana, pidiéndola de beber a esta mujer. Este «tengo sed» reaparecerá cuando esté medio muerto en la cruz.
El Padre Palau nos recuerda que nunca estamos solos en los actos de servicios a los necesitados:
“Aunque seamos muy malos, pero todos tenemos algo de bueno y de esta bella cualidad se sirve Dios para el bien obrar y hacer buen uso del lote que nos ha dado, por este poco de bien que encuentra se apiada de nosotros y nos salva.” Cta 23,1
CARMELITA MISIONERA TERESIANA – ÁFRICA
Descargar en español: XV DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO C
Descargar en francés: XV DIMANCHE TEMPS ORDINAIRE