Que actuemos prudentemente en cada momento de nuestra vida, actuando con sensatez y no dejándonos llevar por los simples impulsos. Me pregunto hoy:
Al discernir, ¿valoro las distintas consecuencias que podrían tener mis decisiones?
¿Qué debo hacer para actuar prudentemente?
Pido a María la gracia de dejarme conducir por el Espíritu para actuar rectamente según el corazón de Dios. Me comprometo a actuar responsablemente sobre todo en aquello que comporta la búsqueda del bien de la Iglesia, Dios y los prójimos. Busca esta flor y ponla en las manos de María, y para sembrarla le dirás:Señora. Yo desde hoy me comprometo, yo propongo y me resuelvo a vivir en adelante según Dios, según el dictamen recto de mi conciencia y según razón. Fuera caprichos, juicio propio y pasiones malas: ordenaré mis acciones y mi vida según los eternos designios de Dios: así lo tengo resuelto practicar. Recibid, Señora, esta flor; a vuestra maternal solicitud confío su cultivo. DESCARGA LA IMAGEN PARA COLOREAR
Trackbacks/Pingbacks