DIÁLOGO SOBRE LA SITUACIÓN DE LAS PROVINCIAS, EL JUNIORADO INTERPROVINCIAL Y EL ESTILO DE LA VIDA COMUNITARIA

Subir como Zaqueo… salir de nosotras mismas y recibir a Jesús VIDA con gran alegría en nuestros hogares. Estar dispuestas a salir de nuestras zonas de confort, a vivir con humildad, con un corazón abierto… Debemos responder con rapidez y alegría a esta invitación.

Con un abrazo y el canto “Cumpleaños feliz” celebramos hoy el don de la vida de nuestra hermana Inés Fernández.

Después del desayuno, continuamos con el discernimiento, la reflexión personal y comunitaria sobre las realidades de vida y la misión de todas las provincias. Compartimos en la plenaria las opciones que han fortalecido nuestra identidad misionera, las llamadas de Dios y opciones concretas para afrontar los desafíos.

En la sesión de la tarde, seguimos dialogando. Recibimos una breve motivación y una evaluación sobre el Juniorado Interprovincial en Paterna, España, seguidas de la dinámica adoptada. Terminamos la sesión con una reflexión sobre la vida comunitaria para fortalecer nuestras relaciones y centrar nuestra vida en la misión.

Al final del día, participamos en una celebración de acción de gracias por el don de nuestra congregación y la vida que sigue cada provincia. La oración nos recordó que somos una sola tierra y un solo corazón. Los tres cuencos de tierra traída por cada provincia, llevados por las animadoras provinciales, descalzas, como muestra de respeto a la tierra sagrada que somos cada una de nosotras; esta tierra santa querida por Dios. Hermana María José mezcló todas las tierras para formar una sola, nueva calidad, signo de nuestra unidad y de nuestra filiación. Cada hermana recibió una porción de esta tierra como señal y testimonio, para guardar siempre en nuestro interior que somos una sola tierra y un solo corazón. Un solo cuerpo.