El día de hoy ha estado dedicado a la relectura teologal de nuestra vida a la luz de la experiencia y doctrina de San Juan de la Cruz. La exposición ha estado a cargo del P. Miguel F. de Haro.
Ha iniciado la exposición siguiendo el itinerario que el santo nos describe en sus obras para llegar a la unión con Dios, fundada en las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
El punto de arranque de la vida espiritual lo ha basado en el tema “Cayendo el ama en la cuenta” (CB 1,1). Nos ha invitado a mirar nuestra vida con y desde los ojos de Dios. Esto es, mirarla como historia de salvación: Dios es el gran protagonista de nuestra vida. Mirarla como una memoria agradecida.
El tema principal en san Juan de la Cruz es la unión del alma con Dios= santidad. El santo nos presenta las dos vertientes positivas y las dos vertientes negativas en el camino de la vida. Nos habla de la inmersión mística del cristiano en el gran misterio de la muerte y resurrección de Cristo. Misterio de muerte y vida, momentos de oscuridad y momentos de luz. Esta experiencia nos lleva a vivir la vida como don desde el agradecimiento permanente, la paz y la alegría. A vivir en continua búsqueda del Amado.
En Dios todos los errores se pueden transformar. Mirar nuestra vida con los ojos de Dios nos hace transformar la negatividad de la vida en posibilidad de amar. Todo es una manifestación del absoluto amor de Dios desde el que vamos madurando y creciendo.
Cuando se mira teologalmente la vida se percibe que absolutamente nada de lo que ha ocurrido ha sido inútil. Todo ha sido para bien, todo ha sido gracia. EL TIEMPO PASADO ESTÁ REDIMIDO.
Por la tarde, después de la charla, hemos tenido un tiempo de reflexión personal y hemos finalizado la jornada con las Primeras Vísperas de Santa Teresa y la celebración de la Eucaristía.