Hoy culminamos el año litúrgico celebrando a Cristo Rey, un rey, cuyo reino «no pertenece a este mundo»… un reino no de un poder que se afirma en el cetro y el trono; sino más bien el reino de la cruz y la gloria, de un poder, el del Amor, que nos libera de nuestras fragilidades y miserias, que nos ofrece la oportunidad de reconciliarnos con Dios, ser perdonados por él y caminar según su ejemplo.

El Evangelio de hoy relata el escenario más “humillante” en la vida de Jesús, pero que, a la vez, expresa la revelación del Amor de Dios por la humanidad, que se manifiesta en la crucifixión de Jesús. Una verdad suprema de Dios, de su Amor por todos nosotros y de nuestro destino. Una vida de paz y alegría. Una vida con Él eternamente.

Reflexionando nuevamente y recordando la verdad y la belleza de esta celebración, hoy somos invitados a abrir nuestros corazones para reconocer y aceptar a Jesucristo en nuestras vidas como nuestro Rey y Salvador. Que el amor infinito e incondicional de Dios por todos y cada uno de nosotros, sea nuestra roca y consuelo; que pueda fortalecer nuestra fe, para que tengamos el coraje de recurrir al Señor a ejemplo del “buen ladrón” que, en sus últimos momentos, reconociéndolo como Rey y Señor, se dirige hacia Él con estas palabras: «Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu reino». Que las mismas palabras que Jesús le dirigió: «…te digo, hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”, sean nuestra esperanza y nos animen a vivir nuestras vidas con la alegría de la resurrección, en total confianza en el plan de salvación de Dios.

Reconocer a Jesús como rey, además de alentar nuestra esperanza, nos compromete con su reino,

“Mírale además como a señor y dueño y rey del mundo, y como no reina en nosotros sin nosotros, sino con nosotros, en nosotros y por nosotros, bajo este punto de vista ofrécetele también a cuanto quiera de ti”. Francisco Palau, Carta 42

Que Cristo rey, anime nuestro compromiso de ocuparnos de los “asuntos del reino”, sirviéndolo en su cuerpo que es la Iglesia.

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CARMELITA MISIONERA TERESIANA-ASIA