DOMINGO XX TIEMPO ORDINARIO: NUEVA MENTALIDAD SEGÚN EL CORAZÓN DE DIOS

La primera lectura de hoy (Is 56, 1. 6-7) nos recuerda que el Señor no discrimina sino que mira con misericordia, con amor y gratitud la manera de vivir y de actuar de las personas, vengan de donde vengan, sean de donde sean, porque finalmente es el corazón y lo que brota de él lo que muestra en lo concreto la fe en Dios, el amor y la fidelidad a Él, a Él completo, Cabeza y miembros.

En nuestro hoy es fuente de esperanza y gratitud reconocer que Dios, su amor, su salvación, su cercanía es para todos sin distinción… Y en búsquedas y realidades como la igualdad, la   inclusión,  la interdependencia, la  interculturalidad y otras podemos descubrir un  eco del sentir del corazón de Dios, este Dios que es en esencia una relación de amor, este Dios nuestro que acoge  y hospeda al otro, al distinto y que se va haciendo presente en las actitudes y valores que como humanidad vamos poniendo en marcha…

Hace 100 años ninguna de esas realidades eran parte de la sociedad, hoy es impensable pensarnos o comprendernos sin ellas, como también es impensable construirnos sin reconocer y respetar la dignidad del otro, de la otra.

La cananea del evangelio hoy (Mt 15, 21-28)viste en la actualidad la piel de muchas personas discriminadas, marginadas, rechazados, ridiculizadas, maltratadas, despreciadas…Podríamos hacer una gran lista y siempre faltaría alguien porque muchos llevamos aun en el corazón el marcar las diferencias en lugar de acogerlas, gozarlas y celebrarlas; sin embargo, hay también  un nueva mentalidad que va surgiendo con fuerza entre nosotros, una mentalidad transformadora, liberadora, que dignifica a todos, que valora a cada uno y cada una en su singularidad, una nueva mentalidad que se abre paso a paso en un camino que no tiene retorno, una nueva mentalidad que actualiza y encarna el corazón de Dios, Misterio de Comunión.

Ayer celebrábamos el 25 aniversario de votos de Hna María José Gay, nuestra animadora general, y al leer la primera lectura era difícil no pensar en ella, que efectivamente a través de su consagración y en los diversos servicios que ha prestado, ha hecho carne las palabras de Isaías  “Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia”… Ha adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, y se ha mantenido a la Alianza con Dios Comunidad.

Aprovechemos este domingo para mirar nuestro corazón y descubrir hasta dónde y cómo va echando raíces la mentalidad de Dios, esa que va encontrando nuevas expresiones y modos y que nos empuja a una trasformación real y verdadera.