Nos acercamos nuevamente a la celebración de la fiesta del Beato Francisco Palau. Transitaremos estos días iluminados y acompañados por dos singulares “Francisco”: nuestro padre fundador y el siervo de los siervos, Francisco I.
Reflexionaremos y oraremos sobre esta VERDAD que atraviesa la vida de ambos: la DIMENSIÓN UNIVERSAL DEL AMOR FRATERNO, de la cual habla la última encíclica del Papa “Fratelli Tutti” (Hermanos Todos). Y lo haremos en esta hora particularmente difícil para la humanidad que se ha visto afectada por la pandemia del Covid-19 y por los acontecimientos económicos, políticos, sociales, eclesiales que vivimos como sociedad.
Esta DIMENSIÓN UNIVERSAL DEL AMOR FRATERNO, cobra especial significado para nosotros Palautianos ya que expresa el llamado más profundo que hemos recibido, a través del cual expresamos el don de la comunión: la FRATERNIDAD.
Sólo deseamos que estos momentos orantes puedan reavivar el fuego del Espíritu, encender los grandes anhelos de FRATERNIDAD y discernir acciones concretas para llevarlos a cabo para así VIVIR AQUELLO QUE SOÑAMOS.
Pidamos juntos la gracia de que “… frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con UN NUEVO SUEÑO DE FRATERNIDAD y de amistad social que no quede en palabras…” FT6
¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos, se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos». Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos. (FT 8)
De nuestros Documento Capitular XV Capítulo Gral:
“Nuestro anhelo es hacer perceptible el don de la fraternidad concedido por Dios a toda la Iglesia. A imagen de la relación trinitaria, estamos llamadas a ser signo de unidad en la diversidad y células de intensa comunión fraterna donde el amor se traduce en servicio y apertura a cada persona”.
¿Qué sueña, qué anhela tu corazón Palautiano?
… Presentémoslo a Cristo Iglesia…
ORAMOS JUNTOS:
Señor y Padre de la humanidad,
que creaste a todos los seres humanos con la misma dignidad,
infunde en nuestros corazones un espíritu fraternal.
Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.
Impúlsanos a crear sociedades más sanas
y un mundo más digno,
sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras
Que nuestro corazón se abra
a todos los pueblos y naciones de la tierra,
para reconocer el bien y la belleza
que sembraste en cada uno,
para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes,
de esperanzas compartidas. Amén.
(FT, 287)