Ayer, domingo, 7 de febrero… Tercer día de nuestra Asamblea General. Una de las hermanas Asambleístas así resume esta jornada del trabajo:

Nos seguimos adentrando en el ritmo de trabajos, reflexiones y compartir en los plenarios.

Por la mañana nos centramos en el documento sobre el sentido de la misión y el concepto de las misiones participadas, preparado por D. Fernando Dominguez, quien desde hace años acompaña a nuestra congregación en la elaboración de un nuevo modelo de organización definido por la misión compartida. Tuvimos la oportunidad de compartir nuestras impresiones, oportunidades y riesgos que vemos en este nuevo planteamiento. Por la tarde pudimos compartirlo con el autor, quien se conectó con nosotras desde su casa. Respondió a nuestras preguntas e inquietudes, aclarando también algunos conceptos y mostrando caminos por dónde seguir avanzando.

En un segundo momento de la tarde – la mañana para las asambleístas de la Provincia de América, la noche para la Delegada de Asia – nos conectamos de nuevo para escuchar el informe de nuestra Animadora General, hna. Ma. José Gay. Basándose en los 4 ejes que definen nuestra identidad misionera, la hermana presentó un amplio y claro panorama de la realidad congregacional. Con palabras llenas del amor nos habló de las situaciones concretas que pueden ser una razón de alegría, pero no faltaron las lágrimas al señalar las realidades muy difíciles y dolorosas en las que, como cuerpo y familia no estamos a la altura carismática. Su informe provocó reacciones de agradecimiento profundo por el servicio que como Animadora General presta a la congregación, por su presencia y acompañamiento, por su claridad y honradez en llamar las cosas por su nombre. Ahora toca interiorizar este mensaje, acogiendo las luces y sombras, y seguir avanzando en esos días de caminar como familia palautiana.

Y, cómo no, algunas fotos.