El 25 de noviembre de 1960 se cometió un crimen que marcó un antes y un después en la forma de ver las agresiones hacia el género femenino. Tres hermanas, Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, cuyo nombre encubierto era «las mariposas», activistas políticas en República Dominicana, fueron brutalmente asesinadas en un pueblo cercano a la capital, Santo Domingo, por orden del por aquel entonces dictador Rafael Leónidas Trujillo. ¿El motivo? La insistencia de las tres mujeres en eliminar las injusticias, acabar con la violencia y los maltratos hacia las mujeres totalmente normalizados en el país y derrocar a un régimen que, en 30 años, dejó un balance de más de 50.000 muertos. Sus cuerpos fueron hallados al final de un barranco, en el interior de un coche. Todo se había planeado para que pareciera un accidente. Sin embargo, las anteriores amenazas del dictador, sumadas a los signos de violencia, los golpes que pudieron encontrarse en los cadáveres, desvelaron lo evidente. Tras conocerse la noticia de la muerte de «Las Mariposas», nombre en clave que utilizaban las hermanas Mirabal para guadar su identidad mientras luchaban contra el régimen, miles de personas salieron a la calle a protestar. Muy pronto se convirtieron en un símbolo de la lucha por el bienestar de las mujeres. «Fue tan horroroso el crimen que la gente empezó a sentirse total y completamente insegura, incluso los allegados al régimen; porque secuestrar a tres mujeres, matarlas a palos y tirarlas por un barranco para hacerlo parecer un accidente es horroroso», explicaba a la BBC Luisa de Peña Díaz, directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD). En 1981, en el primer encuentro feminista de América Latina y El Caribe, se propuso celebrar el día contra la violencia hacia la mujer el 25 de noviembre. En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en su honor la Declaración sobre la eliminación de la violencia ocntra la mujer. «Hoy como cada año lo conmemoramos, pero nos damos cuenta de que es una herida que no está cerrada, que sigue desgarrando a la familia y sigue presente para todas las mujeres del mundo. Esta llaga está abierta para que tengamos conciencia de la necesidad de construir sociedades en las cuales las mujeres se puedan sentir seguras», aseguraba Minú Tavares Mirabal, hija de Minerva, la mayor de las mariposas. Fuente: www.abc.es/sociedad/abci-mariposas-dia-internacional-eliminacion-violencia-contra-mujer
Cuando los números hablan de desigualdad y violencia…
A escala mundial, el 35 por ciento de las mujeres ha experimentado alguna vez violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por una persona distinta de su pareja. Estos datos no incluyen el acoso sexual. Algunos estudios nacionales muestran que la proporción puede llegar al 70 por ciento de las mujeres, y que las tasas de depresión, abortos e infección por VIH son más altas en las mujeres que han experimentado este tipo de violencia frente a las que no la han sufrido
El número de llamadas a las líneas telefónicas de asistencia se ha quintuplicado en algunos países como consecuencia del incremento de las tasas de violencia de pareja provocado por la pandemia de COVID-19. La restricción de movimiento, el aislamiento social y la inseguridad económica elevan la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia en el ámbito privado en todo el mundo
Hasta septiembre de 2020, 48 países habían integrado la prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres y niñas en sus planes de respuesta a la COVID-19, y 121 países habían adoptado medidas para fortalecer los servicios prestados a las mujeres sobrevivientes de violencia durante la crisis global. Sin embargo, es urgente intensificar los esfuerzos.
Cada día, 137 mujeres son asesinadas por miembros de su propia familia. Se calcula que, de las 87.000 mujeres asesinadas intencionadamente en 2017 en todo el mundo, más de la mitad (50.000) murieron a manos de sus familiares o parejas íntimas. Más de un tercio (30.000) de las mujeres asesinadas intencionadamente en 2017 fallecieron a manos de su pareja íntima o de una pareja anterior.
Menos del 40 por ciento de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. En la mayoría de los países para los que existen datos disponibles sobre esta cuestión se constata que, entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades. Muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud. Menos del 10 por ciento de quienes buscan ayuda acuden a la policía.
Al menos 155 países han aprobado leyes sobre la violencia doméstica, y 140 cuentan con legislación sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo. Sin embargo, en los países en los que existen leyes de este tipo, eso no significa que éstas se ajusten siempre a las normas y recomendaciones internacionales, ni que se apliquen y hagan cumplir.