Día primero
Canto
Gracia a pedir: una fe profunda en la presencia de la Santísima Trinidad en cada uno de nosotros.
San Juan de la Cruz siempre piensa en una fe viva que hace posible, que abre el camino a la esperanza y a la caridad. La fe es una virtud teologal infundida por Dios en el entendimiento por la cual asentimos firmemente a las verdades divinas reveladas.
Cree y ama Teresa, y presta su obediencia de fe a la voluntad de Dios y acata sin reservas las enseñanzas de la Iglesia. Comprendió también que los dones de Dios se ordenan a servir de corazón a Cristo-Iglesia, a imitación de la Santísima Virgen. Todo su servicio a los hermanos fue abrirlos al evangelio e invitarlos a crecer en la fe.
Testimonio:
“muchas veces he visto a la sierva de Dios cuando las hermanas asistían a misa en la parroquia cómo antes o después de la celebración eucarística, cuando las demás hermanas permanecían en los bancos primero de la nave ella se iba a postrar ante el sagrario en la capilla del santísimo y permanecía recogida en oración todo el rato que podía”.
Preces espontáneas
Rezar tres Ave Marías en honor a nuestra Madre María
Oración pidiendo la intercesión de hna. Teresa:
Oh Dios, que te complaces en las almas humildes y sencillas. Glorifica a tu Sierva Teresa que hizo ideal de su vida amarte sin ostentación y darse por tu amor a cuantos la trataban, concédenos que sepamos servirte y amarte como ella, sin reservas, y ahora la gracia que te pedimos por su intercesión.
Canto final
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