Con determinación y esperanza “tejemos” al hilo de la vida.
Hoy, día 16 de enero de 2019, hemos iniciado el encuentro de equipos de animación y gobierno CMT. A las puertas de unos quince días de compartir, de buscar juntas modos nuevos de vivir el carisma. Convocadas por Cristo para seguirle dondequiera que estemos.
La primera etapa: favorecer una experiencia de comunidad de vida. Las hermanas llegadas de los diversos rincones del mundo – de África, América, Europa – nos hemos sentado para encontrarnos. Para compartir la vida y la misión, las preocupaciones y los sueños… Y hemos empezado comprometiéndonos a conjugar en estos días, y más adelante en la vida, estos (y otros) verbos que comprometen: abrazar, acoger, bailar, volar, buscar, discernir, permanecer…
Estos primeros momentos dedicamos a ver la vida desde la clave del CORAJE. Un coraje contemplado en sus dos vertientes: de valentía, resiliencia, empuje, respuesta decisiva ante la indignación, fuerza desde dentro para asumir un destino, para vivir las convicciones más profundas en medio de riesgos y exigencias que puedan suponer… Coraje “de enfado” que me dan ciertas situaciones, y coraje que me empodera…
Ha sido una jornada bien intensa. A nivel de compartir sentimientos. De acoger las diversas realidades que habitamos. Hemos ido reflexionando sobre nuestra vida, vocación, sobre la realidad en la que estamos inmersas personal, comunitaria, provincial y congregacionalmente. Esta reflexión y ese compartir de lo que habíamos dejado pasar por el corazón y por la mente, nos enriquecen e iluminan para caminar valientes, buscando construir un futuro donde Él es nuestra razón de ser y vivir.
Con determinación, echándole ganas, con esperanza puesta en Dios, queremos seguir “tejiendo” al hilo de la vida. Se nota, se siente… ¡su Espíritu está presente! La oración de los que interceden por nosotras, reunidas aquí, también…