Como ya fue anunciado por nuestra hermana General en su circular Nº45/2022, hoy en la casa General, Roma, ha comenzado el encuentro de formación para formadoras y otras hermanas, organizado por hermana Inés Fernández, delegada general de esta área en el que están participando 16 hermanas de las distintas circunscripciones de nuestra Congregación.

En este encuentro profundizarán en el Plan General de Formación; se adentrarán en el arte del discernimiento y el acompañamiento; compartirán experiencias y dialogarán sobre temáticas importantes en el área de la formación.

Fue un día de bienvenidas, de conocerse y algunas de reencontrarse, de compartir expectativas y sueños y de comenzar a ver la historia de cómo se fue gestando el Plan General de Formación en el cual profundizarán en estos días acompañadas por hermana Mª Isabel Obregón, animadora provincial de la Prov. Virgen de Guadalupe y de larga experiencia en la formación.

Al comenzar la tarde recibieron la visita de hermana María José Gay, animadora general quién les dirigió un claro, desafiante y cercano mensaje para estos días. Lo trascribimos a continuación.

MENSAJE DE BIENVENIDA CURSO DE FORMADORAS

Roma, noviembre 2022

H. María José Gay Miguel, animadora general CMT

 

Queridas hermanas, sed todas bienvenidas a esta casa general, vuestra casa.

Es para mí una gran alegría comprobar que finalmente, el deseado encuentro para formadoras, ve la luz.

Cada una de las que vais a participar, trae en su corazón sueños, expectativas, cuestionamientos, todos ellos necesarios para vivir este acontecimiento como un momento fundamental en vuestra vida. Lamentablemente estamos demasiado acostumbradas a aparcar lo que nos habita, para dejar paso a otras cosas que consideramos importantes, en este caso participar en un curso. No, queridas hermanas, la primera invitación es estar de corazón en todo lo que el Señor os posibilite vivir, sin dejar nada fuera porque en el plan salvador todo queda recapitulado en Cristo (Cfr. Ef 1,10). Nada, por desagradable que parezca, queda fuera de Dios.

Desde esta primera invitación, me surge otra que considero clave para vivir estos días en profundidad, no como aprendices de formadoras, no como quien necesita herramientas, sino como quien se sabe en camino siempre. Reconocer y nombrar lo que cada una trae en su interior, nos pone frente a una verdad que conecto directamente con la hermosa y delicada misión de formar y es el ser consciente de nuestros procesos para poder acompañar a otras. Algunas veces hemos considerado la formación como una tarea que no toca nuestra vida, sino como algo que realizamos, y además bien, pero no nos implica. Es verdad que nos preocupamos de lo que las hermanas o jóvenes atraviesan, y ponemos alma, vida y corazón en ayudarles. Pero a lo que aquí me quiero referir, es a nombrar lo que cada una atravesó en cada etapa como único camino cierto para poder acompañar integralmente y con un talante testimonial, no como quien sabe todo a nivel teórico, sino como mujeres que se saben en camino y en proceso de configuración con la persona de Jesús. Este talante, hará de cada una de vosotras iconos que alientan el camino (Cfr. Const. 65), os hará al mismo tiempo vulnerables y necesitadas de ser acompañadas. Sólo así la relación de acompañamiento será un tiempo de gracia, donde formanda o joven y formadora, podrán dialogar desde el lenguaje del amor, en el que ambas se enriquecen y se alientan en la conversión y en la entrega (Cfr. PGF 43.49).

Formar, acompañar el camino que Dios invita a vivir a cada persona, pasa por la escucha, la acogida, el respeto; por la capacidad de asombro, sin juicios, y con la certeza de que Dios siempre espera más de nosotras (Cfr. PGF 55).

Que este encuentro sea un espacio para profundizar en el Plan General de Formación, y poder así incorporar no sólo los criterios sino también los planteamientos de formación de la conciencia que están en su fundamentación, y que posibilitan su implementación en todo tipo de ambiente y cultura.

Deseo de corazón que viváis este tiempo de gracia, de bendición. Un tiempo donde podáis compartir experiencias, tanto de vuestro camino como de la experiencia de acompañar a otras.

Pido al Señor que os abráis a su gracia, que os conceda la capacidad de asombro y la sinceridad suficiente para acoger vuestra existencia en su totalidad, sin fracturas, como quien se sabe amada totalmente e invitada constantemente a entregarse a la misión sin reservas.

Quiero invocar para todas vosotras la presencia e intercesión de la Virgen, con las palabras de Don Tonino Bello, pastor de ‘la iglesia del delantal’:

Santa María, mujer de la estancia superior (Cfr. Lc 22,12),

espléndido icono de la Iglesia, […].

Asomados a tu misma ventana nos llegará más fácilmente

el viento fresco del Espíritu con la danza de sus siete dones.

Los días se empaparán de sabiduría,

intuiremos adonde llevan los senderos de la vida,

nos aconsejaremos sobre los recorridos más transitables,

decidiremos afrontarlos con fortaleza,

tendremos conciencia de las insidias que esconde el camino,

sentiremos la cercanía de Dios junto al que viaja con piedad

y nos dispondremos a caminar gozosamente en su santo temor.

Así apresuraremos, como hiciste tú, el Pentecostés del mundo”.