En el Evangelio de hoy sobre las Bienaventuranzas, el Sermón de la Montaña nos da un programa de vida que es contracultural, una vida contra la corriente hacia el verdadero bien y los valores genuinos.  Es una hoja de ruta  hacia la santidad para los discípulos de Dios, y un camino hacia la unión con Él.

Esto representa una realidad fuera de los estándares y expectativas del mundo.  Que en medio del sufrimiento, la persecución y la aparente “nada”, hay una alegría misteriosa. Una gracia que  fluye de la misericordia y la bondad del Dios amoroso para los pobres, los que lloran, los que anhelan la justicia, los perseguidos a causa de la justicia, los misericordiosos, los que luchan por la paz y los que poseen un corazón puro.

Participa en el misterio pascual de Cristo (pasión, muerte y resurrección). Es un recordatorio  de que la vida  no termina en la miseria, sino en el consuelo  de que la pobreza nos acerca a Dios, y a la promesa  de que  todo lo bueno, cuenta y tiene mérito. Que hay gozo en el sufrimiento y que hay una resurrección después de la muerte. Una gran confianza en que no estamos solos; tenemos un Dios amoroso que nos prometió una vida  mucho mejor para aquellos que le obedecen con un  corazón humilde  y limpio y por esto somos verdaderamente bendecidos.

CARMELITA MSIONERA TERESIANA ASIA