Descargar la oración:  EN LOS ÚLTIMOS MINUTOS DE ESTE AÑO 

Descargar manifiesto: MANIFEISTO DE AÑO NUEVO

Un nuevo año finaliza. Un año pleno de acontecimientos, de rostros, de nombres…de VIDA. Un año en el que el Señor ha acompañado nuestros caminos. Algunas veces Su PRESENCIA ha sido más clara, en otras ocasiones se ha dejado extrañar…pero siempre ha estado a nuestro lado. Un año en que hemos sido BENDECIDAS/os en tantas ocasiones y de tantas maneras…

“Donde está la Cabeza se han de colocar los miembros, donde está Cristo, está su Iglesia”

En este momento de intimidad y oración en los últimos minutos del 2023, no venimos solas/os. Traemos a nuestro corazón y oración a nuestras familias y amigos, a quienes han sido don para nuestras vidas. Junto a ellos a la humanidad entera: a todos nuestros hermanos y hermanas que sufren por la guerra o por el hambre, por la falta de justicia o de libertad; a todos aquellos que viven hundidos en el dolor o en el mal; a todos aquellos que buscan hacer el bien, se comprometen y entregan su vida en favor de causas justas que dignifican a la persona humana…

 Piensa en aquellas personas o realidades de la humanidad que quieres hacer presente en esta oración… En un momento de silencio, te invitamos a que los escribas en el papel en blanco que tienes, mientras  oras por esas personas o intenciones, sabiéndote y experimentándote en comunión con cada uno de ellos…

Acogemos la presencia de Jesús Iglesia presente en el Santísimo Sacramento cantando 

PRESENCIA

“Mi Amada, haciendo sentir su presencia, me dijo: “Yo estoy aquí

El Señor les precedía por el día en una columna de nube para marcarles el camino, y por la noche en una columna de fuego para alumbrarlos: así podían caminar tanto de día como de noche. La columna de nube no abandonaba al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.

Éxodo 13, 21-22

SILENCIO

 Agradezco la presencia permanente del Señor a lo largo de estos 365 días, en mi vida, en la de nuestra comunidad/familia, en la del mundo.

REFLEXIÓN

  • ¿Qué palabra resume para mí lo vivido en este año?
  • ¿Cuál ha sido para mí la columna de nube que me ha guiado, que ha marcado mi camino?
  • ¿En qué se ha manifestado la presencia de Dios en tu vida, en la de la humanidad?
    Elevemos libre y voluntariamente nuestra acción de gracias por Dios presente y actuante en nuestra vida y nuestra historia.

     Canto de acción de gracias:  

BENDICIÓN

“Si no me amaras, no fuera yo tu hija… dame ahora, padre mío, dame tu bendición”

El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor te muestre su rostro y te de la paz.

 Números 6, 24-26

SILENCIO

Dios nos bendice y su bendición nos guarda. Nos muestra su rostro que brilla e ilumina nuestras decisiones. Nos concede su favor y nos da la paz. A su bendición nos acogemos y en ella dejamos el año nuevo que empieza.

REFLEXIÓN

  • ¿Qué necesito que Dios bendiga en mí?
  • ¿Qué proyecto o deseo quiero que Dios guarde y bendiga?

SILENCIO

 Bendecir es decir bien… nos acercamos al altar y hacemos un círculo y en comunidad, nos dejamos bendecir por el Señor. La animadora local u otra persona bendice con el Santísimo a cada una/uno.

 Canto:  Que el Señor os bendiga:

 

 

MANIFIESTO DE AÑO NUEVO

 Padre, te ofrecemos

este año que comienza.

Quiero crecer en mi compromiso

de seguir los pasos de Jesús.

Ayúdame a conseguirlo.

Quiero ser tu discípulo, Señor,

seguir tus pasos.

Acompañarte en la construcción del Reino.

 

Quiero caminar contigo,

ayúdame a descubrirte vivo y presente

entre los hombres de hoy.

Soñando un mundo nuevo

y trabajando para lograrlo.

 

Quiero sumar mi esfuerzo

para que todos puedan vivir mejor.

Escucha nuestras palabras,

Padre Bueno, Hay mucha gente que sufre;

enséñanos a compartir

y a intentar cambiar las cosas.

 

Que no nos quedemos, que no aflojemos

que no perdamos la esperanza.

Que aprendamos a ver

las luces del mañana

que asoman, pequeñas, hoy.

Ayúdanos a construir la esperanza.

Dar la vida por la causa del Reino,

un mundo de hermanos

sin dominados, sin explotados,

sin egoísmos ni marginación.

 

Quiero dar lo mejor de mi persona

ofrecer lo que tengo,

lo que se, lo que soy para trabajar,

junto a otros en hacer presente el Reino.

Que no me guarde mi vida, que la gaste,

en beneficio de los demás,

que la pierda por el Evangelio

y por los demás.

 

Quiero contagiar alegría,

esperanza, buen ánimo.

Ganas de empezar de nuevo, una y otra vez,

sin dejar caer los brazos

ante  las dificultades, que existen

y son parte de la vida,

y con fe y esfuerzo se superan.

 

Padre Bueno,

te ofrezco este año que comienza.

Te doy mi vida, condúcela por tu camino.

Anímame a crecer,

dame fuerzas para amar de verdad.

 (Marcelo A. Murua)