VI Estación

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Col 3,5-10: Hagan morir lo que les queda de vida terrenal, es decir, relaciones sexuales impuras, cosas prohibidas, pasión desordenada, malos deseos y esa codicia que es una manera de servir a los ídolos.

Ustedes se despojaron del hombre viejo y de su manera de vivir para revestirse del hombre nuevo, que se va siempre renovando y progresando hacia el conocimiento verdadero, conforme a la imagen de Dios, su Creador.

– El rostro de Jesús que enjuga Verónica, representa a toda la humanidad sufriente, a toda la Iglesia. Francisco nos los explica:

“Continúa mirando en Jesús el cuerpo de su Iglesia, y trátale no como una persona e individuo solo, sino como cabeza de un cuerpo moral y de este cuerpo moral que es la Iglesia, El es la cabeza, de este pueblo, El es el rey y señor, el amo y dueño. Has de hacer actos de amor, fundándolos sobre la fe. Los cuidados de todo lo exterior han de ser para ti tu despertador para tus tratos y comunicaciones con Jesús. En tus penas, que serán muchísimas y graves, aprende a refugiarte en El. Nunca serás mejor recibida que cuando vayas cargada de penas”. (Cta. 81, 3, 1170)

Silencio Meditativo

Sabiendo que Jesús y los hombres están unidos íntimamente formando una misma cosa que es la Iglesia ¿trato a Jesús como trato a mis hermanos?

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