En el lavatorio de los pies veremos representado el ejemplo que nos quiso dejar Jesús para que lo imitemos, te invitamos a contemplar esa escena siendo consciente de la figura de Jesús presente en el sacerdote, contempla en silencio y trata de escuchar la voz de Dios en tu corazón, piensa:
¿Por qué el Señor ha querido hacer ese gesto antes de su Pasión?
¿Trato de ser fiel a su mandato de amar como él me amó?
¿Cuál es mi motivación cuando participo de la misa y encuentros eclesiales, ser servido y criticar lo que podría ser mejor o poner a disposición los dones que Dios me dio sin buscar reconocimientos?
Te pedimos Señor Jesús, que nos concedas la gracia de acoger tu amor, que nos llenes de él y nos lleves a darnos como vos te diste, haz que crezca nuestra devoción a tu Santísimo Cuerpo y así al adorarte cada día ser un mejor reflejo tuyo para los demás.