Nos unimos en acción de gracias por estos 25 años de presencia misionera de nuestra familia religiosa en Caracas, Venezuela.

El 01 de septiembre de 1998, se estableció esta comunidad, la segunda presencia CMT en tierras Venezolanas, en la capital de la nación, Caracas y bajo la advocación de “Nuestra Señora del Carmen” comenzaron su andadura y entrega pastoral en el humilde barrio de la Vega, Caracas.

La provincial de este tiempo, en la ceremonia de fundación, os animó a vivir vuestra consagración como CMT, en comunión y fraternidad y deseó que a través de vuestro testimonio hicieseis presente la belleza de la Iglesia viviendo el amor a Dios y el servicio a los hermanos más necesitados (Cfr. Acta fundacional).

Cuánto me alegra que después de 25 años, podamos dar gracias precisamente por eso, por la pasión y entrega misionera que cada hermana que ha pasado por esta comunidad ha aportado; por vuestro empeño y perseverancia de ser presencia viva y comprometida de una Iglesia que está al servicio de los más necesitados y que no escatima en esfuerzos para hacer presente el Reino, aún en las circunstancias adversas que os ha tocado vivir; por vuestra determinación a vivir y sufrir, a alegraros y gozaros con la gente, corriendo su suerte, caminando junto a ellos…

Os animo hermanas, a seguir siendo presencia testimonial de una Iglesia que está al lado de quienes más lo necesitan, a defender la dignidad de cada ser humano por sobre cualquier otro interés y a ser instrumentos de paz en medio de la realidad que vive este país.

No puedo dejar de mencionar en esta acción de gracias a aquellas personas que, a lo largo de estos 25 años, nos han acogido con bondad y cariño, han trabajado mano a mano con nosotras, y se han comprometido desde sus distintos estados de vida, en realizar en comunión, esta hermosa y desafiante labor misionera.

Que esta celebración de los 25 años de presencia en Caracas, Venezuela, junto con alegrarnos y llenarnos de orgullo y satisfacción, nos inyecte nuevos bríos en el anuncio, denuncia y compromiso que sigue necesitando el pueblo Venezolano.

María José Gay Miguel, animadora general